En el mundo de la arquitectura y la ingeniería, los proyectos complejos no solo requieren visión creativa, sino también soluciones técnicas innovadoras para resolver problemas específicos. En este caso, presentamos un trabajo realizado para Gran Bazar, una plaza de mercado de Barranquilla, que se enfrentó a retos derivados de su diseño original de techado.  

El techo de Gran Bazar es un diseño con una estructura de doble pendiente que genera un patrón distintivo de inclinaciones. si bien proporcionaba altura y una imagen moderna, resultaba en exposiciones directas tanto a la radiación solar como a la lluvia en las zonas cercanas a los locales comerciales. Esto representaba un problema para los comerciantes y los clientes que transitaban por la plaza. 

Para ofrecer una solución eficiente y técnica a esta situación, se decidió instalar siete membranas en los puntos o frentes principales de la plaza. Se diseñó y ubicó de forma que el agua lluvia se dirige hacia los extremos de las membranas y no afecta los puestos de los vendedores y las áreas de tránsito.  

Un proyecto donde nuestra membrana principal tiene un tamaño aproximado de x metros de largo. Para cubrir cada espacio que lo requería.  

Beneficios 

El diseño final no solo solucionó el problema de la exposición a la lluvia, sino que también proporcionó un sistema de sombra eficiente, especialmente en las áreas más expuestas a la radiación solar. dando lugar a un espacio significativamente más funcional, ya que las membranas, al proporcionar una protección eficaz contra el sol y la lluvia, contribuyeron a mejorar la calidad ambiental del lugar, reduciendo la temperatura y elevando la experiencia general de los usuarios. 

A través de esta instalación logramos transformar un reto en una solución eficiente. Más allá de su rol práctico, estas estructuras han aportado una estética fresca que complementa el diseño arquitectónico del espacio y participa como un elemento distintivo de la plaza. 

Este proyecto es un claro ejemplo de cómo una intervención técnica bien ejecutada puede mejorar la usabilidad del espacio, al mismo tiempo que preserva la sostenibilidad y la estética de un entorno urbano.